Suena el despertador, te levantas, te miras al espejo y descubres que las pocas horas que has dormido te han dejado unas ojeras con las que parece que acabas de llegar de fiesta. Lo peor es que tienes que ir a trabajar y envidias (de forma sana, claro) a las mujeres; ellas pueden maquillarse y borran el cansancio, los granitos y el mal color de cara en 20 minutos. ¿Por qué no puedes hacer tú lo mismo?
Esa pregunta es la que te hacemos nosotros a ti ahora, ¿quién ha dicho que no puedes hacer tú lo mismo? El maquillaje es apto para cualquiera, es una forma de expresión y un modo de sentirte más seguro. Pero que el hombre se maquille no es ninguna novedad, lo lleva haciendo desde hace mucho tiempo. De hecho, los antiguos egipcios maquillaban sus ojos y en el siglo XVIII, utilizaban el maquillaje de la misma forma que las mujeres con toda naturalidad.
El tutorial que vamos a explicarte a continuación es muy sencillo, natural y se centra en igualar el tono y esconder las imperfecciones. Y ya sabes, es tu piel… ¡iéntete bien en ella!