En L'Oréal muy pronto empezamos a creer —nos remontamos a finales de los setenta principios de los ochenta— que el futuro de las evaluaciones de seguridad dependía del desarrollo de estrategias alternativas y predictivas que pusieran fin a las pruebas en animales sin dejar de ofrecer la máxima seguridad en nuestros productos. Un enfoque que fue realmente posible gracias al importante progreso científico efectuado en el ámbito de los modelos de piel humana reconstruida, del modelado molecular y del procesamiento de datos de alto rendimiento. Concretamente:
La ingeniería de tejidos consiste en la producción de tejido humano reconstruido y otros tejidos como mucosa o córnea. En L'Oréal usamos esta técnica avanzada para probar nuevas moléculas y predecir científicamente sus efectos beneficiosos (filtrar rayos solares, combatir el envejecimiento de la piel, etc.) o nocivos (irritaciones, alergias, alteraciones del sistema hormonal, etc.).
No probamos ninguno de nuestros productos o ingredientes en animales. Tal y como decíamos arriba, durante más de 30 años hemos estado al frente de los métodos alternativos. En 1989 frenamos por completo las pruebas de nuestros productos en animales, 14 años antes de que lo dictara la ley europea.
Con nuestra presencia podemos ayudar a la evolución de la normativa. Somos la empresa que trabaja más activamente con las autoridades chinas con el fin de lograr el fin de esta práctica. Como resultado, la mayoría de los productos que vendemos en China ya no son probados en animales.
Durante más de 10 años en L'Oréal nos hemos comprometido a trabajar junto a las autoridades y científicos chinos para que finalmente reconozcan los métodos alternativos y permitir que la regulación cosmética evolucione hacia una eliminación total y definitiva de las pruebas en animales. De esta forma, a día de hoy la mayoría de nuestros productos fabricados y vendidos en China llamados "no funcionales" (sin actividad biológica) han dejado de ser probados en animales. Aquí se incluyen productos para el cuidado de la piel, maquillaje y champús. En 2014, abrimos un centro Episkin en Shanghái para la producción de pieles reconstruidas. Estas pieles se utilizan para realizar pruebas de seguridad in vitro que no involucran a los animales y que están a disposición de las autoridades chinas.
Nuestro firme compromiso con el bienestar animal ha sido posible gracias a los esfuerzos y la experiencia de nuestros laboratorios, pero también a nuestra constante apuesta por la innovación.
*Episkin es un modelo de piel humana reconstruida.
