Una de las opciones más comunes para cambiar el color de tus cejas es teñirlas o decolorarlas. Para decolorar, lo mejor es hacerte con un kit blanqueador facial o tinte especial para cejas, preparar la mezcla y poner el producto con un bastoncillo o aplicador, cubriendo tus cejas de 2 a 5 minutos, dependiendo del tono que desees obtener.
Es mejor comenzar por poco tiempo y luego incrementarlo, ya que en la primera aplicación no sabes el color que resultará y, en ocasiones, puedes obtener un color no deseado. Retira los restos con abundante agua fría y ¡no te excedas del tiempo máximo! Como pequeño truco, una vez que aclares tus cejas, utiliza un poco de suavizante para hidratar el pelo y nutrirlo tras la decoloración. Es importante utilizar productos de cuidado facial para no estropear nuestra piel.