● Tonos naturales: Los colores oscuros tienden a crear un efecto visual reductor así que, no te la juegues, elige labiales nude, rosas, amarronados, que realcen el tono natural de tus labios. Y, a poder ser, ¡con brillo! Como te contábamos antes, esta combinación de colores naturales y destellos es infalible para unos labios carnosos.
● Perfilado: Este es, sin lugar a dudas, el mejor aliado para unos labios carnosos. Elige tonos que se parezcan al labial que utilizarás después, o al color natural de tus labios si optas por fórmulas gloss. Este es el truco para agrandar tus labios unos milímetros y, si es posible, que el perfilador sea de larga duración. Aplícalo ligeramente por fuera del contorno natural de tus labios y asegúrate de que queda bien difuminado con el labial. De esta manera, nadie será capaz de distinguir dónde terminan tus labios y dónde empieza el lápiz. El resultado, unos labios más carnosos de forma natural y en apenas unos segundos.
● Mate con toques de brillo: Si te gustan más los pintalabios de acabado mate, también puedes aprovecharte de las bondades del brillo y su efecto volumen. Recuerda el consejo anterior sobre los tonos naturales, elige el que más te guste y termina aplicando un poco de gloss o un bálsamo como Glow Paradise Balm en el centro de la boca y sobre el arco de Cupido para un extra de volumen.