El contorno de ojos es el producto por excelencia para luchar contra las ojeras, las bolsas, las patas de gallo, la falta de tersura y todos esos defectillos que la naturaleza nos brinda —qué maja ella— a partir de x años; y hablamos de x porque a unas nos llegan antes y a otras después. Pero lo cierto es que, aunque muchas lo usamos habitualmente —se trata de un must innegociable—, casi ninguna nos lo aplicamos bien. ¿Consecuencias? No disfrutamos al máximo de su eficacia.
¿Cómo exprimir todos sus beneficios? Dos son las claves: elegir un producto de calidad como el nuevo contorno de ojos Age Perfect Golden Age de L’Oréal Paris (ideal para pieles maduras a partir de 55 años) y aprender a aplicarlo de manera correcta teniendo en cuenta cuándo recurrir a él, cuánto poner y cómo hacerlo.
¿Y por qué depositar toda nuestra confianza en este cuidado? Pues muy sencillo, porque contiene extracto de peonía imperial —un ingrediente que posee propiedades reactivadoras de la luminosidad que ayudan a tu piel a reavivar su tono rosado natural—; Calcium B5 que favorece que la piel recupere densidad y consistencia en un abrir y cerrar de ojos y, por último, porque es perfecto para combatir las ojeras persistentes y el descolgamiento.