● De queratina. De todos los tipos de extensiones fijas, las de queratina son las más populares. De esta forma, se colocan las extensiones pegándolas cerca del nacimiento del cabello. Además, son muy resistentes. Aunque, por otro lado, al estar pegadas es más fácil que algún mechón pueda caerse con facilidad y que en la unión se puedan ver algunos restos de queratina.
● Extensiones cosidas. Este tipo de extensiones cosidas se unen al cabello mediante una trenza con el propio pelo natural y una especie de cortina que se sitúa en el extremo de la extensión. Las especialistas en colocarlas suelen usar una aguja especial para unir el pelo a la cortina. Es una técnica tradicional entre las mujeres africanas y una forma muy segura e invisible de sujetar tus extensiones de una forma natural
● Extensiones de grapas. Las extensiones con grapas se fijan mediante unas pequeñas grapas especiales para el pelo. Es una técnica muy sencilla y que no daña el pelo, pero hay que tener cuidado de ir manteniéndolas, ya que, a medida que tu pelo natural vaya creciendo, son susceptibles de caerse, con lo que tienes que ir subiéndolas cada mes, según crezca tu cabello.