¿Preocupada por las arrugas del surco nasogeniano?
Patas de gallo, frente, entrecejo, comisuras de los labios… Menuda tropa de soplonas (y lo decimos desde el cariño) a la que nos enfrentamos. Pues bien, como el paso de los años es inevitable —y menos mal, porque eso significa que los cumples— aquí te vamos a dar las claves para que tu surco nasogeniano no te suponga un problema y mucho menos se convierta en una pesadilla.