¡Consejos antienvejecimiento y antifatiga para todas las edades!

A medida que envejecemos, nuestra piel se vuelve menos elástica y flexible. Literalmente, ya no nos sentimos cómodas en nuestra propia piel. Y además, la piel presenta diferentes necesidades según nuestra edad. ¡La buena noticia es que hay tratamientos antienvejecimiento para jóvenes y mayores!

CONSEJO
1

A partir de los 25, el momento de cuidar nuestra tez

¡Cuanto antes empecemos a combatir los signos de envejecimiento, más tarde se instalarán las arrugas en nuestro rostro! Así que resulta muy inteligente iniciar la rutina de belleza a los 20. No solo debemos hidratar, sino también evitar que las arrugas surjan (por lo general, esto sucede unos diez años más tarde, cuando las capas más profundas de la piel empiezan a cambiar). Podemos empezar ocupándonos del tono desigual de la piel y las fastidiosas manchas.
CONSEJO
2

Entre los 30 y los 40, el momento de hacer frente a los signos de envejecimiento

A los 30, nuestra piel empieza a cambiar visiblemente. Nuestro metabolismo se ralentiza, la renovación celular es menos eficiente y comenzamos a producir menos colágeno. Incluso si nuestras arrugas no se han convertido en surcos, otros signos de envejecimiento ya empiezan a asomar la cabeza: rasgos cansados y apagados, y una clara falta de resplandor. Las líneas de expresión son un clásico, por lo que es hora de aplicar una crema antiarrugas por la mañana y por la noche, junto con un tratamiento para el contorno de los ojos que proteja esta zona extremadamente frágil.
CONSEJO
3

Entre los 40 y los 50, el momento para corregir los signos de envejecimiento con una rutina de belleza

Nuestras arrugas se han profundizado, nuestros rasgos han empezado a hundirse, nuestra piel luce más delgada y cetrina, a la par que pueden haber aparecido manchas hepáticas. Necesitamos mantener nuestras acciones preventivas mientras tratamos estos problemas. Aplica una crema antienvejecimiento por la mañana y por la noche: las cremas de día deben contener FPS y las de noche, presentar una fórmula más rica. Asimismo, deberías invertir en un sérum, ya que presentan el doble de ingredientes activos que las cremas.
CONSEJO
4

A partir de los 50, el momento de establecer una rutina antienvejecimiento global

Los cambios hormonales de la mediana edad causan estragos en nuestra piel. Se vuelve más fina, seca y apagada, las arrugas se profundizan y nuestros rasgos pierden definición. Disfruta de los beneficios de una crema antienvejecimiento diseñada para pieles maduras. Se trata de multiacciones que minimizan todos los signos de envejecimiento (pérdida de densidad, falta de nutrientes, manchas hepáticas...) y sus fórmulas regeneradoras hacen que nuestra piel se sienta cómodamente suave.
CONSEJO
5

A partir de los 60, el momento de recuperar nuestro resplandor

A esta edad, nuestra piel continúa debilitándose y perdiendo densidad. Se vuelve más seca, frágil y pierde su resplandor rosado. Las fibras proteínicas de nuestra piel se vuelven frágiles, haciendo que nuestra piel se hunda. Las arrugas verticales son más evidentes, especialmente las del código de barras (labio superior) y las de los pliegues de la barbilla. Continúa aplicando una crema antienvejecimiento global, pero opta por una que ilumine la piel apagada para brindarte una tez fresca y saludable.