La principal diferencia que hay entre ambos es que el peeling químico no contiene las partículas típicas de los mecánicos, que en algunos casos pueden causar irritación.
Y, a pesar de que las fórmulas de los segundos ya no contienen las microperlas o cáscara de nuez triturada con las que entraron en el mercado y que podían irritar la piel, sensibilizarla o incluso provocar pequeñas heriditas, ahora también es necesario tener cuidado con sus gránulos. ¿El motivo? Si frotas bruscamente tu rostro con él o incides demasiado en las zonas que más lo necesiten, podrías irritarás la piel.
Las fórmulas de los peelings químicos, a base de ácidos, son más respetuosas con la piel ya que no solo eliminan las células muertas, sino que también estimulan la regeneración. Y, al hacer una exfoliación más suave, son los más indicados para un peeling químico facial en casa respetuoso con las pieles sensibles.
Elige el que más se adapte a tus necesidades, pero nunca combines un peeling químico con uno mecánico, ni tampoco te pases con la frecuencia de aplicación de ninguno d los dos. El mal uso y/o abuso de los exfoliantes altera la barrera cutánea, lo que puede derivar en enrojecimiento, descamación, sequedad, irritación o ardor.