Desterremos mitos: la exfoliación facial no es solo para personas con problemas en la piel, ni es agresiva para el cutis ni solo se realiza en los meses de primavera y verano. Derribadas esas microleyendas, hagamos lo mismo con la obstinación: este paso debe ser un mandamiento en tu rutina beauty. ¿Necesitas argumentos? Di que sí, espíritu crítico.
Exfoliar la piel ayuda a la regeneración celular de la piel tras retirar la acumulación de células muertas, limpia poros e impurezas y, gracias a este sencillo gesto, la piel está preparada para recibir y absorber cualquier principio activo que se le aplique a continuación.
¿El resultado? El cutis se vuelve más aterciopleado, recupera su brillo y flexibilidad y se suavizan cicatrices y marcas. Por eso es vital complementar la limpieza, hidratación y protección del rostro con una exfoliación semanal para lograr un cutis perfecto. Sí, has oído bien: ¡semanal!