¡Ayuda! ¡Tengo la piel más curtida que los zapatos!

Ya casi ha llegado la primavera y es hora de lidiar con la piel curtida causada por el horrible clima del invierno y la hibernación en habitaciones calientes. A continuación te presentamos nuestros consejos de rutinas de belleza para conseguir que tu piel esté lista para la primavera.

CONSEJO
1

Exfolia la piel

El primer paso consiste en exfoliar la piel una o dos veces a la semana para eliminar las células muertas que se aferran a la superficie de la piel. Utiliza un exfoliante de grano fino en el rostro para no dañar la piel, que es frágil de por sí. Para el cuerpo, utiliza un exfoliante más áspero. Si tienes una epidermis dura, puedes aplicarlo en la piel seca antes de aclararlo con agua. Sin embargo, si tienes la piel sensible, aplícalo en la piel húmeda mientras te duchas. Exfóliate de pies a cabeza. Ve con cuidado en las partes sensibles (el escote, el estómago, etc.) y exfolia con más fuerza las zonas más duras como las rodillas, los codos, etc.

CONSEJO
2

Protege y fortalece la piel

Puede que sean placenteros, pero los baños y las duchas supercalientes no son buenas para la piel, sobre todo durante temperaturas frías. Para proteger la película hidrolipídica, quédate con los baños y duchas templados. La piel de las piernas, por ejemplo, es particularmente delgada y puede secarse rápidamente. Evita los jabones y los geles de baño, que pueden ser hoscos con la piel: invierte en un aceite de baño nutritivo. Cuando salgas de la ducha o baño, sécate la piel a toquecitos. No frotes con fuerza, ya que eso dañará todavía más la barrera natural de la piel. Limpia el rostro con agua micelar: ¡tu piel adorará su textura suave!
CONSEJO
3

Nutre tu piel para que vuelva a estar sana

Aplica una crema hidratante rica para mimar la piel y llenarla de beneficiosa nutrición. Si tienes la piel muy reseca, escoge una que contenga aceites esenciales. Por la noche, reemplaza tu crema hidratante habitual por una crema fría para que te ayude a reconstruir la película hidrolipídica o utiliza una mascarilla facial de noche para que hidrate la piel profundamente mientras duermes. Te garantizamos una piel tersa, hidratada y suave como la seda. Para terminar, mima tu cuerpo con una leche, aceite o bálsamo corporal profundamente hidratante y nutritivo.