Contouring, strobing y ahora... ¡draping!

¡El colorete ha vuelto! Bienvenida a una nueva tendencia de maquillaje, el draping, una técnica híbrida entre el contouring y el strobing para una tez impecable, con unas mejillas rosadas. Te presentamos en detalle este último fenómeno de belleza

Consejo
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El draping, un concepto de Marc Jacobs

Esta nueva técnica de maquillaje ha pillado por sorpresa a los fashionistas. El contouring, el strobing y tontouring han dado paso al draping, donde se usa el colorete para esculpir los contornos faciales y sublimar el tono de la piel. En realidad no es nada nuevo, sino algo que ha resurgido: los coloretes y el draping nacieron en los años 80, cuando algunas musas de la gran pantalla como Elizabeth Taylor, Brooke Shields y Cher se atrevieron con ellos. La técnica consiste en realzar nuestros mejores rasgos trabajando alrededor de nuestra estructura ósea. Su resurgimiento fue gracias a Marc Jacobs, quien adaptó esta técnica clásica y aportó un toque de modernidad para hacer que el resultado fuera lo más natural posible.
Consejo
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Pero, ¿en qué consiste la técnica?

No necesitas hacerte con tus pinturas de guerra, un colorete adecuado a tu tono de piel será suficiente: tonos rosados para rubias de piel clara, naranjas o beiges para pieles bronceadas u oscuras y tonos brillantes para pieles negras. Requerirás de una brocha suave, plana y de pelo largo para que puedas aplicar ligeramente tu colorete sin dejar rayas.
Consejo
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Draping en 3 sencillos pasos

- Esculpir: para sublimar tus contornos faciales, empieza aplicando un colorete de tono más intenso y oscuro. Procede en primer lugar justo bajo los pómulos, en la parte inferior del rostro y bajo la línea del cabello. Esto suavizará y rellenará tus rasgos. Continúa con un tono más claro en la parte superior de los pómulos. Fusiónalos para un acabado natural. - Lifting: 

aplica el colorete en la parte superior de las mejillas y trabaja a lo largo (no hacia arriba) de tus pómulos. Continúa aplicándolo en la barbilla, aportando un toque a cada lado, para definir la mandíbula. Puedes ir un paso más allá dando una pasada en las sienes.

- Fusionar: el paso final es aplicar el colorete en la parte superior y los laterales del rostro, para un acabado de tonos uniformes. Aplica el colorete en la parte superior de las cejas, hacia las sienes. Continúa a lo largo del puente de la nariz y aporta un toque en la punta de tu barbilla. Finaliza con el cuello, fusionando el colorete hacia el escote. Ya hemos terminado con el draping, ¡estamos listas para arrasar!