¡Empieza la limpieza de primavera! Cómo conseguir una piel fresca y limpia

Ahora que vamos saliendo del letargo invernal, es hora de revitalizar el cuerpo antes de que llegue el verano. Despídete de los rostros grises y pálidos y de las pieles escamosas. Empieza una nueva estación y nuestro tratamiento de belleza necesita actualizarse.
CONSEJO
1

Elimina poco a poco las toxinas

Nuestra piel está repleta de toxinas después de haberla sobrecargado con cremas ricas y nutritivas durante el invierno y está dañada por las frías temperaturas. Estas toxinas asfixian y agotan la piel y detienen la renovación celular haciendo que la piel tenga un aspecto grisáceo. Necesitarás eliminar esas toxinas día tras día en cuanto termine el invierno ¡un auténtico tratamiento detox! Empieza limpiando profundamente la piel con agua micelar, perfecta para pieles sensibles, o con aceite limpiador para el maquillaje más persistente. A continuación, date un baño de vapor en el rostro. Inclínate sobre un cuenco con agua muy caliente y cúbrete la cabeza con una toalla para abrir los poros y suavizar la piel. Ahora que te has librado de las toxinas, tu piel podrá volver a respirar.
CONSEJO
2

Líbrate de las impurezas

Eliminadas las toxinas, llega el turno de las impurezas del día a día que permanecen en nuestra piel: contaminación, tabaco, sedimentos, exceso de sebo y células cutáneas muertas. Con el tiempo, la piel acaba asfixiándose y reacciona generando granitos, puntos negros y una tez grisácea. Utiliza un exfoliante suave evitando la zona de los ojos para estimular la microcirculación y dejar la piel luminosa y radiante.
CONSEJO
3

Masaje de drenaje linfático

Este masaje destierra del todo las toxinas y fortalece el sistema inmunitario. Con las yemas de los dedos índice y corazón, masajea suavemente cada lado del cuello, detrás de las orejas, alrededor de los ojos, por la zona del entrecejo y en las sienes. Este drenaje linfático rejuvenece los tejidos cutáneos y mejora visiblemente el aspecto de la piel.
CONSEJO
4

Rehidratación

No te olvides de la hidratación. En primavera, la piel se tensa y se agrieta con facilidad. Elige un producto hidratante con un fórmula para tu tipo de piel y nutre y deja tu cutis suave y flexible. Si tu piel tiende a ser grasa, utiliza primero una mascarilla de arcilla y luego una crema matificante. ¡Ya estás lista para el verano!