Si quieres nutrir e hidratar tu piel profundamente, es el momento de hacerse con un aceite seco. Los aceites secos, tradicionalmente empleados para realizar masajes, se han convertido en un esencial de belleza.
¿Por qué? Porque su textura no grasa penetra en y nutre inmediatamente la piel, dejando una agradable y persistente fragancia. Adecuados para todo tipo de pieles, los aceites secos son altamente recomendables para la piel seca. Dejan la piel flexible, suave y aterciopelada al tacto. Y si quieres realzar aún más el saludable resplandor de tu tez, ¡siempre puedes optar por un aceite corporal satinado!