¿Te preguntas por qué nos apetecen comidas supercalientes durante los meses de frío?

Inverno, con su frío, humedad y temperaturas oscilantes... Nuestros cuerpos soportan el peso y necesitan energía adicional para sobrellevar el día. ¡Y ahí es donde entra nuestra dieta!

CONSEJO
1

Come comida caliente durante el invierno

Deja las ensaladas, el sushi y los bocadillos de queso para el verano. ¿Por qué? Bueno, tiene lógica: nuestros cuerpos necesitan mantener su temperatura durante los meses más fríos y utilizan sus reservar para hacerlo. Si comemos alimentos fríos o crudos, nuestros cuerpos tienen que gastar energía adicional para calentarlos antes de poder digerirlos. Una energía muy preciada que necesitamos para sobrevivir a esta despiadada temporada. Y cuando nuestras baterías biológicas no tienen mucha energía, es más probable que cojamos algún que otro resfriado. Así que la mejor manera de ayudar a nuestros cuerpos es hincarle el diente a platos calientes de invierno. 
CONSEJO
2

Comidas que aportan energía para un invierno saludable

Mantén tus niveles de energía al llenarte el plato de alimentos que combatan la fatiga: frutos secos que aporten energía, frutos cítricos por su vitamina D, marisco repleto de magnesio, cereales integrales con carbohidratos complejos, verduras por su ácido fólico y morcilla rebosante de hierro.
CONSEJO
3

Mantente bien hidratado durante el invierno

Tendemos a beber mucho durante el verano para combatir la deshidratación, pero nos volvemos más perezosos en el invierno. Esto es un gran error ya que el frío, la calefacción central y los cambios de temperatura deshidratan nuestros cuerpos. Recuerda beber al menos 1,5 L de agua al día (o té caliente) y prepara platos que contengan mucha agua. ¡Vendrán al rescate las deliciosas y calientes sopas!