Todo un golpe de efecto para tu escepticismo porque, efectivamente, funcionan. Siendo constante, podrás fortalecer la musculatura y, en consecuencia, preservar la tersura de los tejidos, bloqueando o disminuyendo la papada. ¿La posición para empezar? Sentada, con la espalda recta y los hombros hacia abajo. ¡Toma nota de la tabla!
- Estira la musculatura posterior del cuello. Para ello, lleva la barbilla hacia el pecho vigilando que la nuca quede totalmente recta. Hazlo 5 veces y despacito porque te va a tirar.
- Gira la cabeza lentamente hacia la izquierda, llevando la barbilla paralela al hombro. Después, bájala para tocarlo y sube. Vuelve al centro y dirígete a la derecha. Repite 10 veces por cada lado.
- Ahora es el turno de la mandíbula. Muévela hacia arriba, hacia abajo, hacia delante y hacia atrás. 10 veces en cada dirección.
- Mira al techo y estira el cuello. Repite, exagerando la vocalización, las palabras “agua” y “equis” 10 veces cada una de ellas.
- Al margen de estos ejercicios, también puedes trabajar la zona masticando chicle exageradamente.
Ya tienes aquí tu guía sobre cómo eliminar la flacidez del cuello y papada. Eso sí, si la consultas desde el móvil ya sabes, brazos arriba que todos los consejos cuentan.