Por qué el flequillo cortina debería estar siempre en tu equipo

Lo dicho, su versión oficial consiste en un flequillo abierto en forma de V invertida y de longitud variable. La parte central suele —insistimos en el suele— llegar hasta las cejas, pero a medida que avanza hacia los extremos va creciendo progresivamente en diagonal hasta alcanzar los pómulos o incluso la mandíbula. Ahora bien, ¿qué lo vuelve tan irresistible y “trendy”?

• Su origen se remonta a los 70’s y, desde entonces, no ha parado de cosechar éxitos. Realza la melena, la mirada, las facciones y, por si fuera poco, favorece a todas las formas de rostro.
• Se aleja de la sofisticación de los flequillos rectos para aportar mucha naturalidad y movimiento a tu peinado. 
• Es versátil, ya que puedes peinarlo hacia delante, dirigir las puntas hacia los laterales o llevarlo completamente de lado. Incluso, de forma puntual, existe la opción de trabajarlo para atrás y simular que no lo llevas. 
• Una de las maneras más habituales y pro de peinarlo es integrándolo por completo con el resto de la melena. Eso sí, también puedes definirlo mucho, enmarcando el rostro a tope y dándole un efecto superpulido, casi como si fuera postizo.
• Sobre todo por su largo, el flequillo cortina queda también muy top en melenas curly.
• No requiere excesivo mantenimiento en cuanto al corte, ya que va cambiando de personalidad a medida que crece.
• Eso sí, en este caso cero DIYS, nadie mejor que un profesional para saber cómo hacerte un flequillo cortina de estos que marcan feeds de instagrams y etapas vitales.

Aunque podría encajar perfectamente con estilismos L o XL únicamente desfilados en la parte frontal, lo cierto es que últimamente lo estamos viendo fundiéndose a la perfección en cortes de pelo degrafilados. Si te atreves con esta opción, has de saber que los dos o tres largos de tu flequillo pasarán a ser directamente una de las muchísimas capas de tu pelo. Y ya sabes que esta versión es especialmente recomendable para cabellos muy lisos, lacios o con poco volumen. Si no es tu perfil, quédate con la primera alternativa porque te irá mucho mejor.

¿Sigues aquí? Pues entonces marca suavemente las puntas de cada una de tus capas, a excepción de las del flequillo, humedeciéndolas con un par de pulsaciones del Aceite Extraordinario Universal de L’Oréal Paris. Gracias a su fórmula, no solo las estarás nutriendo, sino también aportándoles brillo y luminosidad.

Sobre melenas S o XS uno de los acabado más cool es, sin duda, simulando un efecto flequillo cortina postizo, o sea, con megavolumen y una separación muy clara del resto del pelo. Vamos, con total independencia y personalidad. Para lograrlo, peina la zona central del flequillo hacia dentro con la ayuda de un cepillo redondo. Acuérdate de protegerlo del calor y de la electricidad estática con el Sérum Stop Frizz para que no se estropee y quede lo más compacto posible. Después, échalo hacia delante partiéndolo en el centro o en un lateral. Como prefieras.

Los extremos del flequillo vamos a convertirlos en patillas largas que enmarquen la cara. La oreja y la fijación de la Laca Elnett te serán muy útiles para dirigir el resto de la melena hacia atrás y delimitar bien el área del “flequillazo” que acabas de trabajar.

Vale, tenemos claro que en este punto te estás visualizando con el flequillo cortina —nosotras estamos igual— pero, por favor, antes de empezar a darle al coco, pide hora en la pelu que no queremos estrenar el 2022 con traumitas. Solo con lookazos.