En un masaje capilar hay dos grandes protagonistas: el champú y tus manos. Aclarado lo cual —nunca mejor dicho—, vayamos por partes:
1. Humedece todo tu cabello de la raíz a las puntas con agua tibia y sobre la palma aplícate la cantidad de champú que vayas a trasladar a tu cabeza. En este caso, te recomendamos al menos dos nueces.
2. Con las yemas de los dedos, y comenzando desde la nuca hacia la coronilla, desplaza el cuero cabelludo arriba y abajo. De esta manera, comenzarás a relajarlo. Realiza unos 12 movimientos hasta que llegues a tu frente.
3. Siguiendo con las yemas, es el turno de los movimientos circulares que deberás realizar por toda la superficie ejerciendo cierta presión (insistimos en lo de cierta). Es la parte clave del masaje de cuero cabelludo, así que cero prisas. Y una cosa interesante: aquí te darás cuenta de que el champú donde tiene que actuar realmente es sobre el cuero cabelludo y la raíz. Los medios y los largos se limpiarán solos durante el proceso y luego recibirán el apoyo pertinente (nutrición e hidratación) del acondicionador y de la mascarilla.