El orden de los productos para el cabello también importa

Ah, y por si acaso en este momento ya estuvieras en modo bucle con la siguiente pregunta: ¿Qué se pone primero el acondicionador o la mascarilla? Aguanta un “pelo” que ahora mismo estamos a punto de resolvértela. Esta y otras muchas cuestiones, claro.

Te adelantamos que los dos primeros cuidados —champú y acondicionador— no son negociables, es decir, son titulares siempre que te laves la cabeza; pero los demás steps sí que son opcionales. Te contamos en qué orden y cuál es su frecuencia de uso para que sepas cuándo y cómo sumarlos a tu rutina sin problemas. ¿Lista?

Al igual que en el rostro, el primer gesto es limpiar y sobre este escalón se sustentarán todos los demás. Elegir y retirar la suciedad con un producto que sea respetuoso tanto con tu pelo como con el cuero cabelludo pondrá las cosas más fáciles a los que vengan a continuación.

Además, el cuidado y el tratamiento de tu cabello comienzan aquí. Y esto ocurre en cualquiera de las 6 gamas Elvive de L’Oréal Paris. Cabello dañado, teñido, pelo largo, con tendencia a caerse, seco y sin brillo, anaranjado… En todas ellas, sus activos comenzarán a trabajar desde el inicio, o sea, desde el champú. Solo tienes que elegir la línea que mejor responda a tus necesidades y empezar.

No nos cansamos de resaltar su importancia siempre que podemos. El acondicionador sirve para sellar las cutículas de la hebra capilar e hidratar. Digamos que si la zona de acción principal del champú son la raíz y el cuero cabelludo, la del acondicionador es el resto del cabello, y de ahí su relevancia. De hecho, es fundamental para desenredar sin temor a la caída por rotura.

Además, si lo repartes con un peine de púas anchas, lo dejas actuar un par de minutos —cumple siempre con el tiempo indicado en el envase— y lo aclaras con agua tibia tirando a fría, estarás potenciando su actuación. ¿Que te quedas en este gesto y no sigues con más? Pues la clave reside en aclararlo en profundidad.

¿Tienes el pelo largo y dañado? Pues esta novedad es uno de los pluses adicionales que puedes incorporar para trabajar la suavidad, reparación y brillo de tu pelo. Magic Water Dream Long de L’Oréal Paris es un tratamiento líquido que restaura las fibras capilares dañadas gracias a su tecnología lamelar, retexturizando el cabello y dejándolo 10 veces más suave* y 5 veces más brillante*, desenredado y libre de apelmazamiento. 

• Frecuencia: utilízalo 2 o 3 veces por semana una vez hayas aclarado el champú y antes del acondicionador. Se extiende de medios a puntas y solo lo tienes que masajear durante 8 segundos. Presta también mucha atención al aclarado y disfruta de su acabado inmediato y transformador.

He aquí a la encargada semanal de las tareas más profundas de nutrición y reparación de tu pelo —entre otras muchas funciones—. Su etiqueta siempre es un must to read para conocer y seguir al pie de la letra todos los detalles de uso y su empleo no es que sea recomendable, es que es mandatori.

• Frecuencia: 1 o 2 veces por semana en función de lo que te pida tu cabello. Después del acondicionador y, como te acabamos de decir, respetando los tiempos de exposición indicados. Al igual que los dos productos anteriores, solo se aplica de medios a puntas y, última aclaración, si usas Magic Water ese día utiliza exclusivamente el acondicionador después y no la mascarilla.

¿Ni idea de lo que es? Pues se trata de un producto que se aplica tras el lavado, con el cabello húmedo y que no necesita enjuague. Por ejemplo, la mascarilla para el pelo dañado Total Repair 5 de L’Oréal Paris puedes utilizarla como leave in para sellar las puntas abiertas. 

• Frecuencia: creemos que con una vez a la semana será más que suficiente. ¿Te notas las puntas especialmente dañadas? Pues no lo dudes y repite el proceso otro día. Eso sí, es importante que no abuses —coge una nuez y frótala entre los dedos antes de extenderla— para que quede un efecto natural y nada apelmazado.

Si hay un producto versátil en este tema que nos ocupa, es él. En concreto, puedes echar mano del poder sublimador del Aceite Extraordinario Universal en tres momentos diferentes:

1. El más habitual: después de lavarte el cabello y haberle retirado la humedad, pero antes de secártelo. 
2. Como pre-poo, es decir, antes de lavártelo. En este caso se convertiría en el paso 0 de tu rutina.
3. Como guinda final de styling para subliminar el peinado, dar luminosidad o romper el cast que dejan algunas espumas o ceras sobre todo en cabellos rizados. 

• Frecuencia: cuando lo necesites y siempre desde la mitad inferior hacia el final de tu melena.

Si eres muy de no concebir la vida sin herramientas de calor, este gesto es clave para no echar a perder todo el trabajo de nutrición e hidratación anterior —gracias, acondicionadores, mascarillas y aceites— por lo que, para evitar quemar tu cabello, especialmente tus puntas, acude al Sérum Stop Frizz de L’Oréal Paris que aguanta hasta 230º C y además controla el encrespamiento.

• Frecuencia: los días que vayas a emplear el secador, la plancha o las tenacillas. Con que te extiendas dos pulsaciones de producto sobre tu pelo seco será suficiente.

El broche final. El remate absoluto de tu rutina capilar. Puede ser el aceite, puede ser una espuma o puede ser la Laca Elnett para fijar y dar brillo. ¡Depende de ti!

• Frecuencia: suele coincidir con los días que te laves el cabello, pero igualmente cualquier momento es bueno para recurrir a ellas a modo de retoque o nuevo peinado. Utiliza la cantidad especificada y así no habrá fallo posible.

No todos los pasos que te acabamos de mencionar se utilizan siempre que te laves la cabeza —ya sabes, solo el champú y el acondicionador son imprescindibles—, pero controlando este manual sobre el orden de productos para el cabello te será facilísimo incluir al resto cuando te sea necesario. Escucha a tu pelo y ¡ten en cuenta lo que te pide! Con constancia pronto verás resultados.

*Test instrumental.