Es empezar a hablar de él y que nos surja la gran duda: ¿en qué se diferencian un baño de color y un tinte? En los artículos de debajo te lo explicamos en profundidad pero, a continuación, vamos a contarte la diferencia principal: aunque en los dos casos estamos hablando de coloraciones de oxidación —es decir, ambos penetran en las fibras capilares, retiran el color e introducen el nuevo tono en cuestión—, el baño de color es una coloración tono sobre tono donde la oxidación es mucho más suave y no se elimina el tono natural sino que se fija el nuevo pigmento sobre el tono base.
Además, el primero solo te permitirá variar tu color 1 o 2 tonos y es semipermanente (va desapareciendo con los lavados), mientras que el segundo te ofrecerá más margen de transformación y no se irá. Eso sí, si no lo cuidas perderá intensidad.
Ejemplo:
- Casting Crème Gloss. Sin amoniaco y con un ingrediente de origen natural como la miel, los 28 colores de esta gama ofrecen una cobertura de las canas de hasta el 70% y un color y unos reflejos intensísimos. Aguanta hasta 28 lavados y es perfecto para primerizas por la suavidad con la que trata el cabello. ¡Ah! y su punto más fuerte sin ninguna duda es el brillo que aportará a tu melena. La dejará glossy, glossy.