Tú también tienes una melena de sirena (y no lo sabes)

Lo de arriba era el punto de partida, pero ahora viene el intríngulis; y que sepas que no hacen falta complejos instrumentos de navegación (tipo bigudíes) para llegar a buen puerto. Puedes emplear métodos de ondulación más de toda la vida como las trenzas sobre el pelo húmedo o seco: varias y apretadas si tu pelo es liso y buscas conseguir el ansiado zigzag; un par y más sueltas si tu pelo ya tiene un patrón curly. O puedes sumarte a la corriente tiktokera de enroscar tu pelo en un par de calcetines o en el cinturón de un albornoz y dejarlo overnight. Pero, como aquí hemos venido a jugar, quédate con estos procesos:

• Si tu cabello es liso una posibilidad es que acudas a una permanente ondulada —sí, ya no solo hay permanentes rizadas—, plancha, secador o tenacillas. Al marcar la onda, independientemente del acabado que busques (más abierta o más cerrada), la reco es clara: hazte con el Sérum Stop Frizz y estarás protegiendo tu pelo frente al encrespamiento, pero también frente al calor. Aguanta hasta 230º C. Por cierto, esta tendencia se lleva muy bien con otra: el wet hair. Todo encaja, ¿no crees?

• Si tu pelo es ondulado o rizado lo tienes mucho más fácil. Cuando esté húmedo y vayas a definirlo, utiliza la técnica praying hands (manos rezando) para mantener la onda, pero alargándola un poco. Una vez que esté seco al 80%, aplica dos o tres pulsaciones del Aceite Extraordinario Universal en tus manos y péinate con los dedos a modo de rastrillo para deshacer el peinado y crear volumen.